Eduardo Momeñe

Cuando un día alguien preguntó al escritor portugués Miguel Torga, viéndole plantado ante un paisaje de su infancia: -¿Viene usted aquí a inspirarse?
-Él respondió -No. Vengo a recibir órdenes.
-¿De quién?
-De mis antepasados.
Es lo primero que me ha venido a la memoria al terminar la primera lectura (merece, o mejor: exige, más) del libro de Eduardo Momeñe: La visión fotográfica. Curso de fotografía para jóvenes fotógrafos (2008). Tan sólo discrepo de una cosa en tan excelente (y el adjetivo es usado con toda su intención) trabajo: del subtítulo. Para jóvenes y para no tan jóvenes. Para los que empiezan a interesarse por este oficio y para lo que creen (o creemos) saberlo todo. En definitiva, para todos a quienes de verdad nos importa la fotografía en un momento en el que hay tanto "despiste" a su alrededor.
Me atrevo a afirmar que hasta hoy no había ninguna obra en castellano de estas características ni de este nivel. Y desde luego, en mi caso, la coincidencia y el acuerdo con lo que allí se dice es tal que sólo puedo decir: ¡bravo Eduardo! Y recomendarla encarecidamente.